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Relato: Caos en el transporte deja sin ver el gol de Inglaterra a cientos de aficionados

El tranv铆a n煤mero 107 se 馃彠 detiene junto a un hip贸dromo a las afueras de Gelsenkirchen y se detiene bruscamente. Esperamos. Y esperamos un poco m谩s. 馃彠 Cinco minutos se convierten en 10, y luego en 15. Las canciones y las pl谩ticas ociosas se convierten en suspiros 馃彠 y murmullos ansiosos. Un hincha de Inglaterra piensa que este tranv铆a podr铆a estar desvi谩ndose de regreso a Essen. Otro piensa 馃彠 que podr铆a ir directamente a la estaci贸n del estadio. De hecho, su destino final es la estaci贸n de tren de 馃彠 Gelsenkirchen, donde 鈥?como lo confirma uno de los pocos pasajeros con se帽al de tel茅fono funcionando 鈥?las multitudes son 馃彠 "un caos total".

Lo cual tambi茅n describe bastante bien el cuadro que se desarrolla fuera de las ventanas. Aqu铆, miles de 馃彠 aficionados de Inglaterra en diversos estados de angustia y confusi贸n, algunos con camisetas y algunos no, se abalanzan en todas 馃彠 las direcciones a trav茅s del prado: algunos tambale谩ndose, algunos corriendo, algunos tratando de escalar las barreras de metal de choque 馃彠 en un intento por llegar al tranv铆a, algunos teniendo 茅xito y algunos fallando estrepitosamente.

Oh, y est谩 lloviendo una tormenta apocal铆ptica, lo 馃彠 que le da al conjunto una calidad 茅pica dist贸pica, como una escena de Blade Runner. Hay ni帽os llorando mojados. Adultos 馃彠 grimaceantes mojados. Columnas de polic铆as alemanes que corren por la calle en formaci贸n, buscando ingleses mojados a los que golpear, 馃彠 a pesar de que ni siquiera hay un soplo de violencia. En el tranv铆a, 35 minutos se convierten en 40, 馃彠 y luego en 45.

El problema, que solo logramos encajar en retrospectiva como un mal sue帽o, es que Trabrennbahn en el 馃彠 borde de la ciudad es donde las autoridades locales han decidido alojar un parque de fan谩ticos. De donde (demasiados) fan谩ticos 馃彠 pueden obtener (demasiados) autobuses navetta al Arena AufSchalke, donde Inglaterra est谩 jugando a Serbia en 鈥?revisa el reloj 鈥?馃彠 justo sobre una hora. El problema es que para llegar de el parque de fan谩ticos al autob煤s navetta, necesitas cruzar 馃彠 el tranv铆a. Lo que fan谩ticos mojados ingleses est谩n haciendo en cientos. Y as铆 todos est谩n atascados.

Solo una historia de incontinencia 馃彠 log铆stica entre muchas m谩s, y 鈥?en la escala de las cosas 鈥?una bastante tranquila. Spoiler alert: Llegu茅 al 馃彠 juego al final. Aunque solo despu茅s de muchas blasfemias contra funcionarios uniformados y por la gracia de un milagro b铆blico. 馃彠 Est谩bamos revoloteando por Gelsenkirchen un poco m谩s tarde, mirando tranv铆as abarrotados que pasaban y jugando in煤tilmente con aplicaciones de taxi 馃彠 cuando un autob煤s apareci贸 de la nada, abri贸 las puertas y todo el mundo se verti贸 ciegamente adentro. Y eso 馃彠 fue todo.

En el viaje al 馃彠 estadio pasamos por miles de fan谩ticos que hab铆an renunciado a cualquier forma de transporte con ruedas y hab铆an decidido caminar 馃彠 las cuatro millas por la carretera principal. Algunos se hab铆an separado de sus amigos, algunos estaban temblando de fr铆o, algunos 馃彠 ten铆an bater铆as de tel茅fonos muertas, algunos llevaban ni帽os. Escuch茅 de fan谩ticos que se sentaron en trenes inm贸viles durante una hora, 馃彠 de fan谩ticos que hicieron cola durante dos horas para un autob煤s, de fan谩ticos indefinidamente apretujados en tranv铆as peligrosamente abarrotados sin 馃彠 agua o ba帽os o se帽al de tel茅fono. Todav铆a estaban llegando al recinto 20 minutos despu茅s del inicio, desarreglados y exhaustos, 馃彠 habiendo perdido el 煤nico gol del juego.

Y el 煤nico punto a destacar aqu铆, realmente, es que probablemente deber铆a haber una 馃彠 mejor manera de hacer todo esto. Si esto fuera un incidente aislado en una m谩quina en general bien engrasada, podr铆amos 馃彠 pasarlo por alto. Pero ya ha habido problemas de transporte en la mayor铆a de las ciudades anfitrionas, retrasos interminables en 馃彠 la red ferroviaria, hacinamiento horrible en el transporte p煤blico. Y, por supuesto, en este sentido, la Uefa ya ha ofrecido 馃彠 suficientes pruebas de su propia incapacidad incurable para organizar un espect谩culo liso, su propensi贸n a tratar a los fan谩ticos como 馃彠 una amenaza para la seguridad, un ej茅rcito enemigo al que defenderse, en lugar de seres humanos que intentan llegar a 馃彠 un juego de f煤tbol.

Pero al desorden de Wembley en 2024 y la afrenta de Par铆s en 馃彠 2024 y la disfunci贸n de Estambul en 2024 se puede agregar el desorden de Alemania 2024. Y si los s铆ntomas 馃彠 pueden ser diferentes, el hilo conductor com煤n es una indiferencia aparente por la experiencia del aficionado promedio, una capacidad para 馃彠 propagar la miseria, una ausencia de dignidad b谩sica de finales de capitalismo en casi todas las etapas del proceso. Escuchamos 馃彠 mucho sobre los problemas que causan los aficionados al f煤tbol, el potencial para la violencia y el caos que en 馃彠 realidad solo est谩 encarnado por una peque帽a minor铆a. Pero cuando se considera c贸mo son vistos y problematizados por las autoridades, 馃彠 tal vez la 煤nica sorpresa es que no estalla m谩s a menudo.

Porque pr谩cticamente sin excepci贸n, los aficionados que he encotrado 馃彠 en este torneo no han sido matones o delincuentes, o aprovechadores o problem谩ticos. Son, simplemente, personas que intentan llegar a 馃彠 un lugar. Que han gastado miles de libras en este viaje, han reservado d铆as libres, han hecho planes, han dejado 馃彠 mascotas con los vecinos. Y lo han hecho porque la emoci贸n del f煤tbol de torneo en vivo a煤n es uno 馃彠 de los narc贸ticos m谩s grandes que existen. Tiene un genio bastante torpe para tomar esa simple optimismo, y exprimir cada 馃彠 煤ltima gota de alegr铆a de 茅l.